Uno es un sector en declive y el otro en claro aumento. De acuerdo a la firma Cowen & Co., la industria del cannabis alcanzará los 75.000 millones de dólares antes del año 2030, superando la facturación de sodas y refrescos en todo el país en base a lo generado en el 2017 y extrapolando el ritmo de declive de aquí a 2030.

Si esas tendencias se mantienen en EEUU, el estudio asume que la marihuana pasará a tener más fuerza que la venta combinada de Coca-Cola, Pepsi, Fanta y demás bebidas carbonatadas, sacudidas por la mala imagen que han generado en los últimos años por su relación con los altos índices de obesidad y su mucha concentración de azúcar.

El estudio ha tenido en cuenta que en nueve estados, más Washington D.C., ya es legal el consumo de marihuana con fines recreativos, lo que significa que uno de cada cinco adultos puede tener acceso a la hierba en Estados Unidos.

La anterior predicción de mercado hablaba de 50.000 millones de dólares, una cifra que los analistas creen que ya se ha superado y de ahí el aumento que se estima que se produzca en la facturación del sector de cara al 2030.

Ese crecimiento exponencial al calor de la legalización de la droga blanda, contrasta con el declive del consumo de refrescos azucarados de forma artificial. En el 2016 su venta registró su nivel más bajo en 31 años, de acuerdo a Beverage-Digest, una publicación comercial.

En total, el volumen de facturación se situó en 76.400 millones de dólares en el 2017, frente a los 78.300 del 2016. El cambio en las formas de consumo también están afectando al alcohol, con un descenso de las ventas en los estados en los que la marihuana es legal comparado con aquellos en los que solo se permite su uso para cuestiones medicinales.