Por primera vez desde que surgió la legalización en estados como Colorado y California, el cannabis está seduciendo a los fabricantes de alimentos especializados y a los vendedores que atienden a los minoristas de alta gama y las barrigas adineradas en internet y América.
En noviembre, el padre de The Fancy Food Show, la Specialty Food Association (SPA), clasificó al cannabis en el octavo lugar entre las 10 tendencias alimentarias más importantes a seguir en 2018.
“A medida que más estados legalicen la marihuana recreativa, aumentarán las variedades de alimentos y bebidas potenciadas con la planta”, escribió el panel de Trendspotter del SPA en noviembre pasado. “Se notará un interés y aceptación más constante en bocadillos, golosinas y bebidas que contienen algo extra”.
Poco después, otro pilar de la principal industria de alimentos de Estados Unidos, Nation’s Restaurant News, predijo que este será el año en que los restaurantes en los estados legales de cannabis adopten el cannabidiol (CBD). El CBD es el segundo ingrediente activo más común de la planta. No causa un aumento en el estado de ánimo (euforia) pero puede tratar el dolor, la ansiedad y la inflamación.
“Seguimos viendo el aumento del cannabis en la cocina”, indicó al portal Green State, Kara Nielsen, experta en tendencias alimentarias del Área de la Bahía de San Francisco y panelista de Trendspotter, responsable de la inclusión del cannabis en los pronósticos que hace la SPA.
Nielsen notó por primera vez productos comestibles más sofisticados mientras trabajaba en la agencia de desarrollo de alimentos Sterling-Rice Group en Boulder, Colorado.
“Es la misma tendencia de la que he estado hablando desde 2014: más artesanía, atención a los envases y gráfi cos, branding, perfiles de sabor, ingredientes de calidad y productos como café frío, chocolates hechos a mano y malvaviscos”, dijo.
Mientras, en ciudades como San Francisco y Los Angeles, chefs de prestigio están manejando la marihuana como un elemento para complementar sus platos. No se trata tanto de hacer “volar” a sus clientes, sino de aportar una experiencia curiosa y diferente a los comensales.
Michael Magallanes, por ejemplo, que acaba de abrir el restaurante Opulent Chef en San Francisco, está trabajando en productos como una tostada francesa con infusión de cannabis o polvo de cannabis para trabajar en distintos platos.
Mindy Segal, una chef de Chicago, es especialista en productos comestibles con marihuana como galletas o barritas dietéticas, una moda que cree que continuará in crescendo incluso con la oposición del gobierno de Washington. Es cuestión de tiempo.